Más de 5,000 personas se congregaron en La Horqueta, San Isidro, para disfrutar de un vibrante festival multidisciplinario que celebró el arte, la música, la gastronomía y la solidaridad.
En San Isidro, una vez más, la magia de la Fiesta de La Horqueta envolvió a más de 5,000 personas en un festival que celebró la diversidad cultural y la vitalidad de la comunidad. Organizada por el Municipio de San Isidro, esta fiesta, conocida como «La Fiesta Y», se ha convertido en un evento multidisciplinario que abarca el arte, la música, la gastronomía, la gimnasia y el circo, ofreciendo una experiencia única a los asistentes.
El escenario de este vibrante encuentro fue el centro comercial de La Horqueta, que adopta la forma de una «Y» y se encuentra ubicado en la calle Blanco Encalada, entre Marconi y Gurruchaga. Durante cinco horas de celebración, esta zona se transformó en una bulliciosa peatonal por la que desfilaron vecinos de todas las edades, creando un ambiente de unidad y diversión.
Eleonora Jaureguiberry, secretaria de Cultura y Ciudad de San Isidro, expresó la importancia de esta fiesta como un evento auténticamente barrial, donde los residentes compartieron sus talentos y descubrieron nuevas habilidades en un ambiente comunitario. La Fiesta de La Horqueta también fue un escaparate para artistas locales, emprendedores y cocineros, quienes participaron activamente en la celebración.
El evento ofreció una variedad de actividades para toda la familia. A lo largo de cuatro cuadras, se organizaron talleres creativos con pintura, tijeras y pegamento, donde niños y adultos desataron su imaginación. Los emprendedores locales presentaron sus creaciones, desde joyería hasta cerámica y decoración. Además, se llevó a cabo un divertido desfile de mascotas, reuniendo a unas cincuenta duplas de perros y dueños, que compitieron en categorías como «Más Actitud» y «Nombre Más Original».
La música también fue una parte esencial de la celebración, con la participación de la César Pavón Orkesta, que llenó el ambiente con los sonidos de acordeones, tubas, clarinetes y trompetas. Hubo demostraciones de taekwondo, restaurantes que ofrecieron menús especiales y mesas en las aceras, así como paseos gratuitos en ponis para los más pequeños cortesía del Hípico San Isidro. Además, la Goethe-Schule organizó una Feria del Baúl a beneficio de escuelas en el monte santiagueño.
El compromiso con la sostenibilidad también estuvo presente, con la participación del Puesto de San Isidro Sustentable, que ofreció propuestas como «Buena Madera», «EcoPunto Móvil» y la entrega de sustrato de silicio para el cuidado de plantas y jardines. Asimismo, el stand de Zoonosis brindó más de 50 vacunas antirrábicas gratuitas y más de 70 dosis contra parásitos.