La inseguridad se ha convertido en un tema central en Merlo, partido bonaerense que, en los últimos meses, ha sido testigo de una alarmante escalada de hechos violentos. En la madrugada del viernes, una familia vivió momentos de pánico cuando un grupo de cinco asaltantes ingresó a su hogar, forzando ventanas y arrancando una reja para acceder al interior. La banda no portaba armas de fuego, pero sí una barreta, con la que golpearon brutalmente al propietario de la casa, provocándole heridas en la cabeza y el rostro. Su esposa también fue víctima de violencia física mientras los delincuentes exigían dinero en efectivo.
La situación podría haber tenido consecuencias aún más graves de no ser por la rápida reacción de la hija de la pareja, una joven de 23 años que escapó por una puerta lateral y pidió ayuda a los vecinos. Alertados por sus gritos, los habitantes del barrio llamaron al 911 y salieron a la calle en busca de los autores. Esta inesperada movilización asustó a los delincuentes, quienes decidieron huir antes de la llegada de la Policía.
La fuga se produjo en dos automóviles, identificados luego por las cámaras de seguridad como un Ford Fiesta blanco y un Chevrolet Onix claro. Sin embargo, las patentes resultaron falsas: los vehículos estaban maquillados para evitar su rastreo y complicar la tarea de los investigadores. Los asaltantes se llevaron dinero en efectivo, tres teléfonos celulares y otros objetos de valor. El matrimonio fue hospitalizado por lesiones y estado de shock, aunque recibió el alta médica ese mismo día.
Según trascendió, los malvivientes manipularon la escena con guantes para evitar dejar huellas dactilares, dificultando aún más el trabajo de la fiscalía a cargo de la investigación que busca identificar a los responsables del violento episodio. El hecho se suma a una seguidilla de robos en diferentes barrios de Merlo, donde los asaltos se suceden tanto de día como de noche, generando temor y hartazgo entre los vecinos.
Los propios residentes denuncian que la inseguridad aumentó considerablemente en los últimos años, con bandas organizadas que atacan en más de una ocasión en menos de 24 horas y utilizan métodos cada vez más sofisticados para perpetrar sus delitos. Desde el uso de vehículos con matrículas apócrifas hasta la coordinación de fugas rápidas frente a la reacción de los habitantes, las modalidades delictivas demuestran una creciente planificación en la actividad criminal.
La investigación quedó en manos del fiscal Nicolás Filippini, de la UFI N° 8 de Morón. Mientras tanto, Merlo sigue esperando respuestas ante una ola de delitos que parece no tener fin, con víctimas que relatan sus experiencias en redes sociales y reclaman mayor presencia policial. La combinación de episodios violentos y una marcada sensación de indefensión evidencia la urgencia de tomar medidas para salvaguardar la seguridad de quienes viven en esta localidad bonaerense.