Bajo un cielo diáfano y con la Plaza central llena, miles de vecinas y vecinos se acercaron este domingo a participar de la jornada que organizó el municipio, con propuestas culturales, ferias y espectáculos para toda la familia. Desde temprano, la afluencia fue constante y obligó a desplegar un operativo especial de tránsito y seguridad, sin incidentes reportados.
El cronograma incluyó presentaciones de artistas locales, talleres para infancias, puestos gastronómicos y un cierre musical que convocó a público de distintas localidades del Oeste. “La idea es que el espacio público vuelva a ser punto de encuentro”, destacaron desde la organización, que calculó una participación masiva a lo largo de la tarde y la noche.
Comerciantes y feriantes celebraron el movimiento: hablaron de buenas ventas y de la oportunidad de exhibir producción local, desde alimentos artesanales hasta diseño independiente. Familias con chicos, juventudes y adultos mayores coparon los pasillos de la feria, mientras cuadrillas municipales trabajaron en limpieza y logística para sostener el flujo de gente.
El municipio dispuso puestos sanitarios, patrullajes preventivos y cortes programados en avenidas aledañas, con desvíos señalizados y prioridad para transporte público. También hubo campañas de vacunación y de prevención, además de stands informativos de áreas de Desarrollo Social, Cultura y Deportes. Según informaron, el operativo se mantuvo activo hasta la desconcentración final.
Con la caída del sol llegó el plato fuerte del escenario principal y un cierre a pura música, luces y aplausos. Para la comuna, la convocatoria ratifica el interés por este tipo de eventos abiertos y gratuitos; para el barrio, fue una postal de pertenencia en tiempos difíciles. La próxima edición ya tiene fecha tentativa, y los organizadores prometen ampliar la grilla con más artistas y propuestas para seguir sumando público.