Las obras del Microestadio Municipal de Pergamino avanzan a ritmo sostenido y esta semana se celebran importantes hitos que marcan el camino hacia la culminación de uno de los proyectos más ambiciosos de infraestructura para la ciudad. El espacio, que busca convertirse en epicentro de actividades deportivas, culturales y sociales, promete ser un punto de referencia para vecinos y visitantes de la región.
En estos días se destacó la finalización de la colocación de la piel de vidrio, un elemento arquitectónico distintivo del complejo que otorga modernidad y transparencia al diseño. Paralelamente, se concluyó la construcción del núcleo de baños públicos, una infraestructura esencial para garantizar la comodidad de quienes asistan a los futuros eventos masivos que albergará el microestadio.
Los trabajos avanzan también en el cierre de las cuatro fachadas, donde se ejecutan las cenefas que consolidan la imagen exterior del edificio. Se completó la cubierta de sectores como el bar y el gimnasio, pensados como áreas complementarias para potenciar el uso y la versatilidad del predio. El objetivo municipal es sumar servicios y transformar el microestadio en un espacio integral para múltiples disciplinas y público diverso.
Desde la gestión que encabeza el intendente Javier Martínez, se insiste en que la obra del microestadio es una apuesta clave para el desarrollo local, al apuntar tanto a la contención como a la promoción del deporte, la cultura y la recreación. Autoridades y técnicos resaltan que se trata de una de las inversiones más grandes de las últimas décadas, no solo por su magnitud, sino también por su impacto potencial en la vida comunitaria.
La expectativa crece entre los habitantes de Pergamino, quienes observan que, con cada etapa superada, el sueño de contar con un espacio moderno y multifuncional está más cerca de hacerse realidad. Con estos avances, el microestadio se proyecta como uno de los grandes hitos en la infraestructura pública local y un motor de nuevas oportunidades para la ciudad y la región.