El pacto de silencio de 3 años entre los 8 imputados por el crimen del Fernando Báez Sosa y los 3 amigos que fueron sobreseídos tiene una explicación que fue graficada en un árbol genealógico y analizada este domingo por el equipo de SM Noticias en América TV. Vínculos de segunda línea como tíos, primos y abuelos.

Los acusados son todos amigos, pero no todos rugbiers. No es una condición que los une, si que la mayoría son familiares. Se repiten los mismos apellidos, incluso algunos tienen la genealogía arraigada a la misma localidad, Zárate.

Hay lazos directos entre la familia del sindicado lider de los rugbiers, Máximo Thomsen, y Matias Benicelli, otro de los implicados por el crimen del Fernando Baez Sosa cuando fue golpeado en manada en Villa Gesell.

Máximo y Matías son primos por parte de madre, a través de la familia Zárate. Rosalía Zárate es madre de Thomsen, y Mónica Ester Zárate es madre de Benicelli.

El hermetismo en el gobierno municipal de Osvaldo Cáffaro desde que ocurrió el hecho que conmocionó al país tiene un por qué: La madre de Máximo Thomsen es arquitecta y era secretaria de Obras Públicas hasta su renuncia días después del hecho que involucra a su hijo como principal acusado del crimen de Báez Sosa.

Su hermana Mónica Ester Zárate es la mamá de Matías Benicelli, tía de Máximo, y Héctor Eduardo Benicelli, su esposo, es su tío político del acusado.

La familia Pertossi se destaca porque 3 de sus integrantes están detenidos por el crimen, además de contar con denuncias previas por violencia, robos y amenazas. Luciano y Ciro son hermanos, Lucas Pertossi es primo.

Pero la conexión sigue, Mauro Pertossi, padre de Ciro y Luciano, está casado con María Elena Cinalli, quien además de resultar madre de los dos imputados, es tía de Blas Cinalli.

Ana María Tártara, madre de Lucas Pertossi, es hermana de Analía Tartara, madre de Alejo Milanesi, quien resultó sobreseído de la causa junto a Juan Pedro Guarino. Otro nexo que convierte a los detenidos en familia directa.

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