El municipio de San Isidro dio un paso clave en materia de seguridad urbana al instalar más de 100 cámaras de videovigilancia equipadas con inteligencia artificial en plazas y parques del distrito. Esta medida forma parte de una política integral para reforzar el monitoreo de los espacios públicos y dar respuestas más rápidas y eficaces ante hechos delictivos o situaciones de emergencia. Según precisaron desde la intendencia, la tecnología utilizada permite generar alertas en tiempo real, facilitando la labor de los operadores del Centro de Operaciones Municipal.
La implementación de estas nuevas cámaras se enmarca en un plan más ambicioso que contempla la instalación de hasta 2.646 dispositivos de vigilancia, con el objetivo de alcanzar una cobertura de alrededor de nueve cámaras por cada mil habitantes. Los dispositivos incluyen cámaras multisensor con visión nocturna y resolución 4K, herramientas que permiten obtener imágenes de alta calidad para el reconocimiento detallado de personas, vehículos y matrículas. Además, la red de videovigilancia está siendo complementada con la actualización de más de 250 kilómetros de tendido de fibra óptica, lo que permitirá extender el monitoreo a zonas consideradas vulnerables que anteriormente carecían de este tipo de servicios.
La gestión municipal subraya que esta apuesta por la tecnología se financia con recursos propios y responde a una demanda concreta de la comunidad, que coloca a la inseguridad entre sus principales preocupaciones. «En lugar de echarle la culpa a otros, nos hacemos cargo con todo lo que está a nuestro alcance para que los sanisidrenses puedan vivir más tranquilos y seguros», explicó el intendente Ramón Lanús. La instalación priorizó zonas vulnerables del distrito, como La Cava, Uruguay y Sauce en Beccar, y luego avanzó hacia el centro de San Isidro, Boulogne, Villa Adelina y los accesos principales de la autopista Panamericana.
La tecnología detrás de estas cámaras permite el procesamiento avanzado de imágenes a través de inteligencia artificial, lo que facilita el reconocimiento de patrones sospechosos y la detección temprana de eventos inusuales. Desde su puesta en marcha, el sistema ya permitió identificar alrededor de 4.000 personas en situaciones que requerían intervención. De este modo, no sólo se incrementa la capacidad de prevención, sino que también se agiliza la obtención de pruebas para las investigaciones judiciales, convirtiendo al sistema en una herramienta clave para combatir el delito.
Por último, desde el Ejecutivo municipal destacan que estas inversiones permiten incorporar en un mismo sistema imágenes provenientes de distintas fuentes, integrando la información para brindar una respuesta policial más rápida y eficaz. La apuesta es clara: reducir los puntos ciegos en áreas urbanas y dar señales concretas de que la seguridad de vecinos y visitantes es una prioridad cotidiana para la gestión local.